Tlön uqbar orbis tertius ciudad seva
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Me dijo que tenía a la vista el artículo sobre Uqbar, en el volumen XXVI de la Enciclopedia. Los primeros intentos fueron estériles. La primera, el repudio del solipsismo; la segunda, la posibilidad de conservar la base psicológica de las ciencias; la tercera, la posibilidad de conservar el culto de los dioses. La diseminación de objetos de Tlön en diversos países complementaría ese plan…6 El hecho es que la prensa internacional voceó infinitamente el “hallazgo”.
Mi padre había estrechado con él (el verbo es excesivo) una de esas amistades inglesas que empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el diálogo. Ocurrió en un departamento de la calle Laprida, frente a un claro y alto balcón que miraba el ocaso. Desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos acechaba.
En setiembre de 1937 (no estábamos nosotros en el hotel) Herbert Ashe murió de la rotura de un aneurisma. Así se descubrió la improcedencia de testigos que conocieran la naturaleza experimental de la busca… Las investigaciones en masa producen objetos contradictorios; ahora se prefiere los trabajos individuales y casi improvisados.
Recordaron que todo sustantivo (hombre, moneda, jueves, miércoles, lluvia) sólo tiene un valor metafórico. En la literatura de este hemisferio (como en el mundo subsistente de Meinong) abundan los objetos ideales, convocados y disueltos en un momento, según las necesidades poéticas.
De los nombres históricos, uno solo: el impostor Esmerdis el mago, invocado más bien como una metáfora. This Irish philosopher (whose name also survives in an American university: the University of California, Berkeley was named after him) is best-known for his theory of subjective idealism, which is often summarised as ‘if a tree falls in the forest and there’s nobody to hear it, does it make a sound?’ (Berkeley’s answer would be ‘no’, since things only exist when they are perceived by humans.)
For Berkeley, and for the inhabitants of Tlön, matter, or material substance – that is, real physical ‘stuff’ – doesn’t exist, but is merely an idea perceived by the mind.
Agotó en vano todas las lecciones imaginables: Ukbar, Ucbar, Ookbar, Oukbahr… Antes de irse, me dijo que era una región del Irak o del Asia Menor. La princesa de Faucigny Lucinge había recibido de Poitiers su vajilla de plata. Bioy recalled reading in an encyclopedia about an old gnostic writer from the land of Uqbar who had written about mirrors being abominable because they cause men to multiply in number.
However, when Borges and Bioy try to locate the relevant passage in the encyclopedia, they cannot find it, nor can they find the entry on Uqbar which Bioy distinctly remembers reading there.
Hacia 1944 un investigador del diario The American (de Nashville, Tennessee) exhumó en una biblioteca de Memphis los cuarenta volúmenes de la Primera Enciclopedia de Tlön. El mundo será Tlön. El hecho de que toda filosofía sea de antemano un juego dialéctico, una Philosophie des Als Ob, ha contribuido a multiplicarlas.
Era alto y desganado y su cansada barba rectangular había sido roja. Yo me atrevo a pedir unos minutos para su concepto del universo.
Hume notó para siempre que los argumentos de Berkeley no admiten la menor réplica y no causan la menor convicción. Una creciente del río Tacuarembó nos obligó a probar (y a sobrellevar) esa rudimentaria hospitalidad.